Recupera los nombres geográficos que ya
solo se conservaban en la memoria de sus gentes y con el paso del tiempo se están perdiendo
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Recupera los nombres geográficos que ya
solo se conservaban en la memoria de sus gentes y con el paso del tiempo se están perdiendo
La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se une al proyecto “Nomenclátor Geográfi co Nacional” para recuperar, conservar y difundir los topónimos de esta Comunidad Autónoma. La ONU califica la preservación y recuperación de los topónimos como parte del patrimonio cultural inmaterial de los ciudadanos. Por este motivo impulsa la Normalización de Nombres Geográficos, en la que se indica la necesidad de que el organismo encargado de la nomenclatura geográfica de cada país elabore listas de nombres normalizados. Este proyecto nace a raíz del Nomenclátor Geográfico Conciso de España (NGCE), que constituye el primer corpus básico de toponimia normalizada por las autoridades competentes en nombres geográficos. Llevado a cabo por el Instituto Geográfico Nacional (IGN), su objetivo es “la formación y conservación del Registro Central de la Cartografía y del Nomenclátor Geográfico Nacional y la toponimia oficial.
RETO:
Castilla-La Mancha era la única Comunidad Autónoma de España que no disponía de una cartografía por hojas de toda la región a escala 1:10.000 ni 1:5.000 y el coste de su desarrollo en tiempo y presupuesto se hacía inasumible. El reto que se planteó entonces fue realizar dicha cartografía enfocada por temas y no por hojas, optimizando así los costes de su desarrollo y no produciendo los temas competencia de otras Administraciones Públicas. En este planteamiento se encuadra el proyecto de recuperación de nombres geográfi cos de Castilla-La Mancha a escala 1:5.000.
SOLUCIÓN:
Para ello se diseñó una metodología de trabajo que tiene como punto de partida este nuevo Nomenclátor, el modelo de datos de Inspire de Nombres Geográficos y la información base de referencia.
Este proyecto, llevado a cabo por Tragsa, partner de Esri España, exigía además, el desarrollo de herramientas que facilitasen el trabajo de campo y la obtención del objetivo. El trabajo consistió, en primer lugar, en recuperar y depurar los topónimos existentes. Para ello era fundamental contar con la memoria de las personas que habitan esos lugares. A través de encuestas y entrevistas orales consiguió recuperarse esta información. Al tratarse de un trabajo tan peculiar en el ámbito cartográfico, la tecnología fue fundamental para facilitar la toma y edición de datos, tanto en campo como en oficina, así como conseguir un ritmo de trabajo ágil que no interrumpiera el curso natural de las conversaciones con los habitantes de la zona. La información obtenida proviene de distintas fuentes, como el Nomenclátor Geográfico de España, catastro actual y antiguo, concentración parcelaria o la documentación de la Dirección General de Montes y Espacios Naturales de Castilla-La Mancha, entre otras.
Castilla-La Mancha habrá recuperado unos 150.000 nombres geográficos de la memoria de su gente y serán incluidos en los mapas oficiales.
Cualquier persona que quiera visitar estos lugares podrá localizarlos y saber su historia.
Se podrán identificar parajes por su interés turístico, así como desde el punto de vista de la investigación y el respeto y cuidado de la cultura y tradiciones
Gracias a ArcGIS Online, esta información puede ser editada y compartida, de modo que los datos estén siempre disponibles en tiempo real.